Salgo pronto a la mañana.
Al caminar entre grandes jaras,
El rocío toca mi pelo.
Siento una ladra larga,
y se eriza todo mi vello.
Veo a mis podencos saltar,
Y mis perros de agarre, buscando como locos están;
Yo desenfundo el cuchillo,
Es hora de rematar.
Tras largas carreras
Teniendo que pararme a escuchar,
Hallo por fin el macareno
Con el que todo montero
Sueña cazar.
Ha sido un buen día de caza,
Ya lo voy a cargar,
Mientras juro ante Dios, y nuestra Virgen de la Cabeza,
Que jamás nadie dirá con tanta certeza,
Sentir tanto amor como yo hacia mis perros.
Ya que me hacen sentir completa,
Y sin ellos no podría decir con la cabeza bien alta,
Y con caracola en mano,
Que no hay humano en este mundo,
Que esté más orgulloso que yo,
Al poder decir, que soy REHALERA.
autora Esther de la Fuente.
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