Si hasta la fecha he desarrollado lo mejor que he podido todo lo concerniente a un día histórico para el mundo de la caza, fruto de la marea naranja que regó Madrid en marzo, y de la manipulación ya explicada en los medios, muchísimos cazadores alzaron sus voces y protestas haciendo ver que el naranja predominante en las imágenes de la manifestación, les correspondía a ellos, a los cazadores.
El legado de aquellos lodos, que hoy han dejado un barro naranja, bien visible, queda lejos de ser un lodazal, se ha convertido en un fuerte vinculo de unidad y de fuerza grupal, que ha conllevado a mostrar que somos un colectivo, que cuando de verdad ha hecho falta se ha unido, que ha realizado un cambio en la tendencia para mostrar al mundo y sin tapujos el orgullo de ser cazador.
#Naranjaescaza no obstante es sólo el comienzo, que ha llegado para quedarse, y para mostrar a propios y extraños que el camino para el rural y para el cuidado del medio, pasa por la caza, y que los cazadores aquí estaremos para recordarlo siempre.
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