El pasado 25 de febrero de 2021, realicé una colaboración especial para el blog de JOCAN (jovenes cazadores andaluces). Escribí un artículo sobre la recién terminada temporada 2020-2021, donde mostraba el resumen de la misma. El artículo se titula "SE NOS FUE".
Os dejo enlace al mismo aquí, pincha.
Hoy dicho artículo lo publico sin editar en mi propia web, a fin de dejar constancia del mismo, espero os guste:
SE NOS FUE
Se nos fue. Una temporada más se fue. Ésta pasó como un relámpago y nos vuelve a dejar con la misma sensación de desasosiego y de encontrarnos frente una escalera de lo menos 250 peldaños y con menos ganas de subirla que un cochino de cruzar un cortadero con el aire en su jeta.
No tenemos remedio, da igual cuanto cacemos, cuantos días salgamos que el cuerpo siempre nos sigue pidiendo marcha, ladras, escopeta… campo. Todos los años es la misma desazón cuando acaba el calendario y la veda llega a nuestros campos. Este año con todo lo vivido no podía serlo menos, obvio. Menuda temporada dejamos atrás. Temporada que con sus momentos buenos, como todas, ha venido llenita de disgustos.
Que una temporada de caza viniese marcada por conceptos tales como, cierres perimetrales, soluciones hidroalcohólicas, mascarillas, distanciamiento social, o incluso en ciertos lugares Filomenas de nieves… pondrían caras ojipláticas al más pintado de los cazadores del año anterior, por no menospreciar la eliminación de juntas, abrazos y migas, que simplemente les harían pensar que todo esto es ciencia ficción o peor aún un absurdo. Qué despropósito de “tó”. Lo peor por mal que suene todo lo anterior, no tiene nombre, y sigue poniendo un nudo en el estómago, las ausencias son así de crueles, a fin de cuentas, cuanto no cambiaríamos porque algunos de los nuestros no hubieran podido sufrir estas calamidades... ¡QUÉ MALNACIDA DESGRACIA!
¿El futuro? INCIERTO. Que nadie se equivoque, la pesadilla no ha terminado por el momento y nadie nos puede prometer una temporada como las que se fueron. Queda un mundo para que llegue octubre, o así nos sentimos en estos días donde todo se ve tan largo…. Mientras tanto el campo tiene meses por delante de paz. Nosotros seguiremos en casa luchando con estos tiempos tan complejos, con ratos donde pensar en lo que pudo ser y no fue. En dárnoslas de entusiastas y pensar en una nueva temporada de caza soñada. De preocuparnos porque pueda ser tan nefasta o incluso más que la que ahora dejamos partir.
Corzos, esperas, descastes y mediaveda traerán alegría a aquellos que las puedas practicar, si es que se pueden practicar, pero no es menos cierto que cualquiera sabe que “la temporá es la temporá” y que hasta que esta no llegue pasaremos por momentos de impaciente espera y de semanas que no corren. Da igual que se nos presente una temporada parecida, la esperaremos con ansia. No tenemos remedio, va en nuestra naturaleza, siempre con esperanza. Para quejarnos y maldecir ya tendremos tiempo. Además como somos optimistas y con más moral que el alcoyano, no es menos cierto que tras estas líneas, ha pasado un rato menos para que llegue la siguiente temporada, algún peldaño seguro que hemos subido de esa escalera tan empinada. Además siempre hay que quedarse con lo bueno, con lo positivo, aquello que nos devuelva las ganas. Esta temporada tan insufrible ya la hemos pasado y quizás vengan otras parecidas, pero nadie nos podrá quitar que esta se nos fue.
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