La noche de ayer concluí las más de quinientas páginas que componen las narraciones de Manuel Mialdea en su célebre libro “ 40 años Monteando narrados en primera persona”. Debo reconocer que me dio mucha pena, pues de verdad que disfrute este libro y te quedas con ganas de más, gracias a dios ya me han dejado el segundo libro del bueno de LOLO con lo que las penas ya no lo son tanto.
Francamente no sé por dónde empezar, pues en mi mente se me entremezclan muchas sensaciones, ideas, y aprendizajes que he sacado en esta lectura de este más que experimentado montero. Como tampoco es mi intención explicar el libro, si detallaré que por medio de los capítulos que componen la obra, el autor nos cuenta a partir de sus propias vivencias multitud de parajes, en especial los que componen las zonas de Las Mesas, muchas personas con las que se ha cruzado en su vida, a las que nos acerca a través de vivencias e historias y sobre todo mucha mucha caza, en especial lances y puestos de monterías. Toda una joya que merece la pena de leer simplemente por todo esto.
Recreación de Lolo en playmobil by @playmocaza
Debo confesar que en cuanto a localizaciones y nombres de personas que se mencionan al principio, se me hizo un tanto lioso y que incluso me hizo pensar que me estaba adentrando en una lectura de marcado carácter local, y lo mismo por desconocer todo sobre aquello que estaba leyendo me iba a resultar tedioso o poco atractivo. Pocas páginas bastaron para desechar esta idea, sentirme como en casa y sentir como mi familia a su hermano Juan, a sus tíos, a Gabino, y por supuesto al propio Lolo. EL caso es que con la lectura no sólo te entretienes y te emocionas, cosa bárbara por cierto, sino que también te recreas con analizar y disfrutar muchas de las vivencias, experiencias y clases magistrales monteras y cazadoras que LOLO regala en estas líneas. Se nota que su conocimiento de los montes, de la caza y en especial de la montería son soberbios, los buenos consejos que deja caer aquí haya, algunos casi como un mantra, sobre cómo se debe de cazar y montear no nos dejan en toda la narración, haciendo que sea también instructivo, insisto en que este libro es todo un REGALO, no sólo para la gente de su generación que les hará revivir otros tiempos, sino para los que ya vamos llegando de otras hornadas, pues aquí tenemos mucho de lo que agarrarnos.
Acompaño a mi padre al monte desde los 5 años, cobrando mi primera res a los 18 años. A estas alturas de mi vida con casi 33 años sigo considerándome un aprendiz del monte, algo que no me avergüenza pues disfruto siempre y cada día de aquello que la caza pueda ofrecerme. Tengo verdadera pasión y me emociono con el solo pensar en la caza. No obstante la experiencia que voy acumulando tampoco es moco de pavo. Salvo pequeñas excepciones mi experiencia cinegética se resume en montear en el coto social de Alcoba de los montes, Ciudad Real, comarca de Cabañeros, donde mi padre ha sido socio durante 25 años, hasta que le tomé yo el relevo estos tres últimos, invirtiendo los papeles. Es un coto social que normalmente caza 9 monterías, cuyos resultados podemos describirlos como más que humildes y discretos salvo momentos y manchas concretas. Son monterías cuyos montes son cerrados de “cojones” y donde más de un rehalero que conozco se niega a ir por lo dificultoso de su caza. Los puestos son en cortaderos, cuerdas y sopies, donde casi todos los lances hay que ejecutarlos al pase del bicho al carril. Por no decir que las distancias suelen ser las justas (algo que se acerca muy mucho a lo que Lolo describe muy bien en algunas de sus andanzas manchegas (eso sí, aquí sin postas y sin nada por el estilo, la seguridad es lo primero)). Los lances en primera persona son escasos y es muy normal “el bolo”.
Con la anterior apreciación encontrarme con este libro ha sido encontrarme con una forma de montear muy diferente y que no me ha dejado indiferente. Una cosa es saberlo y otra muy distinto meterte en ello como lo hacemos a través de las narraciones (ya vivirlo alguna vez en la vida, debe ser la hostia y con perdón). En la lectura parece que hueles las jaras y enebros, que el aire te da en la cara, que escuchas en la lejanía el latido de los perros marcando reses, las carreras de los venados, parecía que a veces me pudiera saltar un jabalí de detrás de la hamaca de cómo es la impresión que trasmite Lolo. Es la montería en estado puro. Volviendo que me voy por los cerros de Úbeda, una de esas cosas que más me han hecho reflexionar y que tan extrañas me parecen son la posibilidad que ofrece llevar más de un arma al puesto en Andalucía. Tengo opiniones encontradas al respecto, pues por un lado creo que resta opciones al animal en un posible lance, por no hablar del posible peligro que supone tener dos armas en el puesto, pero por el otro la posibilidad de poder estar dos cazadores con sus armas engrandece la experiencia porque la hace más compartida, permite que los jóvenes cazadores aprendan de sus mayores de una forma más rápida y mejor y supone en otros casos compartir la caza con aquellos que ya van perdiendo facultades sin un ápice de perder opciones. Otra cosa con las que he disfrutado es la posibilidad de vivir de cerca el montear por invitación, entre amigos y asignando puestos en muchos casos en favor de las posibilidades de cada cazador, me parece cuanto menos sublime, todo un sueño. Montear entre amigos y con señores monteros que se respetan es un lujo, y yo no me quejo que en nuestra sociedad reina buen ambiente y pocos ansias tenemos, pero no por ello dejo de admirar aquello que el bueno de LOLO tanto ha disfrutado. Que decir de los cazaderos, tan distintos a los que aquí gastamos, con posibilidad de ver los bichos desde bien lejos, con clareras y pasos naturales que permiten jugar los lances como mejor te convengan, generar estrategias…una pasada vamos. Eso sí, no hay que obviar una enseñanza que muestra Manuel Mialdea con la que estoy muy de acuerdo y que nunca había reflexionado y es que “las reses tienen una sola muerte” y tampoco sin olvidar lo que su tío le enseño acerca de las reses cuando van de culo… Otra cosa que he admirado es la tranquilidad y seguridad que trasmite Lolo en sus lances y vivencias, son para mi todo un espejo donde me gustaría reflejarme, pues muchos ya saben que soy un manojo de nervios, incluso durmiendo.
Recreaciones de Lolo en playmobil y jugando un lance by @playmocaza
Soy consciente que muchas de las historias que narra y las formas de cazar es más que posible que ya estén en muchos sitios en desuso, muchas se centran en los años 80 y 90, y los tiempos modernos avanzan que dan miedo. Hay que destacar que algunas narraciones puede que entren dentro de lo políticamente incorrecto, pues hay situaciones que no son muy legales o que directamente solo son entendibles dentro de nuestro entorno cinegético o rural, bien es cierto que sino todos casi todos hacen eco a otros tiempos donde los entenderes eran diferentes a los de hoy en día. La comercialización de la caza la conducen equívocamente a una transformación que seguramente 40-30 o 20 años después ya ha debido de cambiar. No por ello hace que deje de tener vigencia, pues la caza al final en su esencia es igual siempre, y las querencias y los comportamientos de los bichos son igual antes que ahora al igual que aquí o en Sebastopol (siempre con sus matices no se me pongan quisquillosos)
En fin no me quiero extender más, pues para ello lo mejor que pueden hacer a quien no conozca la obra es leerla. La importancia de este libro es una forma de mostrar y de recoger nuestras costumbres, nuestras reglas y nuestra comprensión de lo que es la montería tradicional y de cómo los apasionados por la caza la vivían. Un escrito donde queden y no se pierdan estos saberes. Recomiendo totalmente pues a los buenos monteros su lectura, pues del veterano siempre hay un mundo que aprender. A mí me ha permitido en este agosto tan atípico poder realizar multitud de monterías y recechos junto al bueno de LOLO MIALDEA, evadirme de tantas cosas que me rondan la cabeza, disfrutar y aprender, y lo mejor de todo es que sé que muy muy pronto lo seguiré haciendo pues ya tengo la vista puesta en su otro celebre libro “ DESDE EL DOS DE LOS CASERONES” como indicaba al inicio de estos renglones torcidos. Y quien sabe quizás algún día tenga la oportunidad de conocer al bueno de Lolo en persona, y agradecerle lo mucho que he disfrutado con su libro o quien sabe incluso de compartir con el una jornada de caza, que de sueños y esperanza vive el hombre, pero el montero aún más.
Sirva por último y homenaje al autor, las caracterizaciones que he agregado a esta entrada del autor y protagonista del libro en playmobil, que si algún día se pone a tiro le regalaré en persona como mandan los cánones de los buenos monteros, y que como no podía ser de otra manera y como cierre le pongo con una respetuosa foto con un buen guarro de ley, y es que hasta en playmobil no hay pieza que se le resista al bueno de Lolo.
pd: Gracias Nano por acercarme esta obra y recomendarme su lectura.
Una pequeña puntualización, en Andalucía está prohibido doblar puesto. Si está permitido que en el puesto haya 2 cazadores pero con solamente un arma desenfundada. Por otro lado agradecerte las palabras que dedicas a mi gran amigo Lolo Mialdea. Saludos.
ResponderEliminarFélix Sánchez Montes.
golimbreando@gmail.com
https://300wm.blogspot.com/
Hecha la pertinente corrección pues no lo exprese adecuadamente. Gracias por la matización Félix. Las gracias te las doy yo a ti por pasarte por el blog y darle un vistazo a este humilde repaso del gran libro que nos ocupa.
ResponderEliminarUn abrazo
De nada. Un abrazo
EliminarSolo puedo agradecerte tus letras y rogar a los Dioses y vientos de la caza que nos permitan conocernos. De ser así comprobarás que hay una cosa cierta en tu panejirico. Si que soy, utilizando tu expresión,el bueno de Lolo, o si menos lo intento. Tambien verá que sigo siendo aprendiz pues está en mi naturaleza la curiosidad y el ardua por seguir aprendiendo.
ResponderEliminarRecibe mi mejor abrazo que hago extensivo a todos lis cazadores de bien.
¡¡Viva la Virgen de la Cabeza y viva España!!
Me ha hecho mucha ilusión tus lineas, agradecerte enormemente el pasarte por esta mi humilde web. Como dice ojala se den las circunstancias, si algún día te apetece cazar por mi cazadero sólo tienes que pedirlo que será un placer tenerte por aquí. Otra gran abrazo y ¡VIVA!
EliminarSolo puedo agradecerte tus letras y rogar a los Dioses y vientos de la caza que nos permitan conocernos. De ser así comprobarás que hay una cosa cierta en tu panejirico. Si que soy, utilizando tu expresión,el bueno de Lolo, o si menos lo intento. Tambien verá que sigo siendo aprendiz pues está en mi naturaleza la curiosidad y el ardua por seguir aprendiendo.
ResponderEliminarRecibe mi mejor abrazo que hago extensivo a todos lis cazadores de bien.
¡¡Viva la Virgen de la Cabeza y viva España!!