Las Valoraciones siempre se
dice que se deben de realizar a final de la temporada y ya mediado marzo es un
buen momento para realizar la mía. Sé que por aquí no he traído todas mis
jornadas venatorias, lo que no significa que no vayan a ser mostradas, pues todo
lleva su tiempo y no estoy teniendo todo
el que quisiera para hacerlo de la forma que tengo en mente… y por esto puede que haya cosas que voy a contar ahora que aún no sepas, pero no te preocupes que antes o después cada jornada de caza te la contaré con detalle pues tengo casi todo fotografiado y mayormente grabado...
La 17-18 ha pasado a ser la
temporada en la que más he cazado de siempre, pasando a tener desde que comencé
con las palomas allá por agosto, 19 jornadas inolvidables de caza, correspondiéndose
éstas de la siguiente manera:
2 jornadas de palomas
11 monterías
1 rececho sobre gamo
2 esperas
1 día de descaste de conejos
2 días de recechos de corzas
19 jornadas maravillosas
donde he podido disfrutar de parajes inolvidables, puestos preciosos, algún que
otro lance para el recuerdo, pero sobre todo de compañías inmejorables, pues la
caza compartida con amigos y familia es la manera en la que yo entiendo esta
pasión, y poder desarrollarla así es sin duda un gran aliciente que me empuja a
salir al campo.
No obstante es relevante
hablar de datos para poder valorar resultados por supuesto, y es que otra de
mis facetas como cazador es la de ser estadista de ella, algo que empezó mi
padre hace 25 años y que yo de un tiempo a esta parte extrapole a hojas excell.
Me gusta actualizarlas después de cada jornada y tenerla al día. Lo cierto es
que me encanta sumergirme en los datos y ver que ya con tantos años recogidos hay
pautas curiosas que parecen repetirse, y medias obtenidas que dejan bastante
claro a qué atenerse en cada jornada.
Dejo aquí una gráfica de
resultados (relativa únicamente a monterías asistidas en mi coto) por temporada
en la que se puede observar, como dentro de una tendencia siempre al alza desde
que recogemos resultados, cada 5 o 6 años se da una tendencia curiosa, en la
cual la caza tiene un repunte extraordinario que yo llamo “año pico”, para
volver a un estado de “años valle” hasta el siguiente repunte.
Animado por mis amigos sibaritas
a los que mostré esta curiosidad por adelantado he realizado una pequeña
investigación de precipitaciones de la provincia de ciudad real para ver si
dichos picos coinciden con años de lluvia, y BINGO. Lo cual nos hace ver la
importancia de ésta siempre en la vida natural.
De esta afirmación podemos
deducir y explicar lo acaecido esta temporada, en la que evidentemente habiendo
otros factores en los que no voy a entrar, la falta de agua ha dado que los
resultados hayan sido pobres, retrotrayendo
notablemente los números a los que teníamos hace 15 años en el coto. Y es que
hemos estado ante un año muy seco, un año que ha venido muy marcado por la sequía,
no hay más que acordarse de las primeras jornadas donde el campo daba penita
verlo.
Las últimas lluvias y nevadas
que ya llevan acompañándonos algunas semanas esperemos sigan haciendo correr
arroyos, llenando charcas y empapando al terreno para que quizás con suerte podamos
disfrutar la temporada que viene de un año “pico” o cuanto menos volver a un “año
medio valle”. Las ilusiones como veis ya las tengo por todo lo alto jaja.
Sin cambiar de tercio pero si
enfocando en mis resultados particulares, yo que quizás puedo pecar de conformista,
para mi han sido muy buenos, y es que cada animal que consigo abatir es un gran
tesoro. Pero hay que ser más crítico y pese a que me cueste debo de considerar
que estos deben mejorar. El balance ha sido de 1 guarro en montería; y de 4
conejos, 2 palomas y 1 gamo en las otras especialidades disfrutadas esta temporada.
En las monterías y a modo de
resumen de las 11 monterías a las que he ido (8 en el coto de Alcoba) sólo he
tenido posibilidad de 3 lances “tirables” todos ellos a jabalí, 1 que resolví comoya pudisteis ver en este video, y los otros dos donde el aire me jugó malas
pasadas y se me cruzaron los respectivos cortaderos sin ni siquiera darme
cuenta y tirándolos ya pasados. En fin a tomar nota de los errores para
intentar evitarlos y a regocijarme con cierto sarcasmo del susto que les pegue
y lo que corrían de deprisa después jajaja.
De los lances no tirables pues
he disfrutado de unos cuantos varetos y de bastantes corzos que me pusieron en
su momento el corazón palpitante y que me erizaron la piel tanto o más que el
guarro que abatí y es que el campo nos da mucho más que tiros y yo al menos les
saco mucho jugo.
Las dos jornadas de palomas ) se me dieron muy muy mal, donde inexperiencia se juntó con mucha altitud de las
palomas y una no especialmente alta densidad de ellas. En cualquier cosa
disfrute como un enano, con la compañía de mi amigo Ramón primero y de mi padre
después.
En cuanto a la jornada de
descate de conejos con hurón con mi buen amigo Raúl, me lo pase en grande con
él, es un tío fenomenal con el que da gusto estar haciendo lo que sea, y en
este caso poder cazar juntos y poder apreciar el trabajo de estos animales fue
maravilloso. Cumplimos el cupo y sólo falle un conejo que entre otras cosas
Raúl termino abatiendo jaja.
Esperas he realizado dos
nuevas este invierno… una con mi padre en Alcoba y otra en la que pese a la
buena voluntad en una de ellas del gran Jaimon, buen amigo sibarita de Guadalajara,
se me sigue resistiendo poder ver un cochino en esta modalidad… Seguirá por
tanto vigente el serial de “como conocí a mi primer guarro de espera”.
En cuanto a los recechos,
pues ya todos sabéis que pude realizar un gran rececho de gamo en elprestigioso coto de Castillo de Viñuelas junto a Iberalia Tv, y a día de hoy
poder recordar como abatí el gamo es algo que se me sigue erizando la piel. Lo
que ya no es tan conocido por ser entre otras cosas lo que supuso el cierre de
mi temporada de caza son los recechos a corzas que intentamos realizar en
tierras Burgalesas, el gran Javi del morral, gran amigo y mejor persona, y mi
menda, con un guía excepcional nuestro particular campeón becadero y gran amigo
sibarita Miguel. Fueron dos días increíbles, donde disfrute como nunca y donde
hice mia una frase de Javi, “la caza es mi vida”.
Otra cosa importante que ha
marcado mucho la temporada ha sido sin
lugar a dudas el desarrollo y crecimiento de mi proyecto de PLAYMOCAZA.
Los premios Playmocaza a la
excelencia cazadora, han sido un gran empujon al proyecto de dar valor a la
caza y aprovecho desde aquí a dar gracias a todos los amigos que participaron
en esta idea.
Los videos y la toma de imágenes,
por el tema de Playmocaza, han sido algo muy importante y poco a poco podréis
ver cuanto material he podido recolectar en todas mis jornadas que ha sido bastante
y variado.
Además ha sido un año en el que las entrevistas y presencias en medios escritos, de radio y de televisión me han sonrojado a la vez que enorgullecido.
Tras este repaso y para
finalizar me atrevo a concluir que ha sido una temporada muy muy completa en
todos los aspectos y donde al margen de números he gozado de lo lindo que es lo
importante, donde poder disfrutar de amigos y familia ha sido sin duda la parte
más enriquecedora, donde los animales y parajes han hecho vibrar mi corazón, y
alimentar mis recuerdos de imágenes sin parangón, y donde la pasión y la
ilusión por la CAZA no ha dejado de crecer y crecer pese a las adversidades, y volviendo
a la frase de Javi del Morral que ya he hecho mía ,como ya he dicho antes, he vuelto
a redescubrir esta temporada que LA CAZA ES MI VIDA.