Las ilusiones por todo lo alto y con los nervios e incertidumbres por los hechos a suceder por bandera afronte los días previos y el mismo día la montería.
Y es que no era moco de pavo, como ya comenté en esta mismo rinconcito de internet, el año pasado apenas si pude ir a dos monterías, y las ganas de ver las carreras de las rehalas, de oir el monte crujir, de sentir los cantos rodar... eran muchas. Y cierto es que este año con la vuelta al coto del pueblo, el calendario se verá notablemente aumentado y en sus números medios pero es que la primera de la temporada siempre es especial.
Especial porque supone volver a disfrutar de la pasión, porque es el deseo hecho realidad, los reyes magos de cada año... pero en este caso ademas la mancha a montear eran Los Cerros, una coqueta montería manchega de Alcoba cuyas medias y calidad de lances y de trofeos ponen la piel de gallina al más pintado.
En contra la batalla de todos los años cuando sale el calendario... el calor y la falta de agua, que como todos sabemos este año ha sido además muy virulenta.
El día, para intentar dar algo de tregua a las rehalas, comenzaría más pronto de lo normal, lo que supuso madrugar más de lo habitual, cosa que no nos importó a fin de cuentas los perros son el epicentro de todo.
No obstante en este punto me despido de las letras y doy paso a las imágenes con el pequeño documental que he preparado sobre este día donde en esta ocasión mostraré imágenes reales con otras realizadas con playmobil que recrean aquello que con la cámara no capte.
Espero os guste!
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